Los orígenes de la plancha son remotos. En el siglo IV a.C., los griegos usaban una barra de hierro cilíndrica calentada, similar a un rodillo de amasar, que se pasaba sobre las ropas de lino para marcar los pliegues.
Dos siglos más tarde, los romanos ya planchaban y plisaban con un mazo plano, metálico, que literalmente martilleaba las arrugas. Con estos dispositivos, el planchado era algo más que una tarea prolongada y aburrida. Era un trabajo que hacían los esclavos.
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Buen trabajo Emmanuel, muy buena investigación,me seguís sorprendiendo con los temas que abordas.
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